Esta noticia nos demuestra que la cultura en ocasiones determina el comportamineto de los individuos de forma contradictoria por ambas partes. Lo que justifica dicha situación depende de la perspectiva desde donde se mire. Por un lado encontramos un profesor que aplica la normativa del centro, la cual dice que ningún alumno puede llevar oculto partes de la cara que dificulte la visión de este a los menores en una prueba calificativa. A esto hay que sumarle la visión de la niña, que dentro del contexto cultural, decide llevar "Hiyab" sin tener en cuenta la normativa del centro y haciendo prevalecer su decisión personal. Ante esto el claustro ha de decidir atendiendo a la normativa del Ministerio del interior la cual dice: "se puede llevar Hiyab siempre que dejen al descubierto los rasgos identificativos".
En definitiva, muchas veces la discriminación viene dada por el desconocimiento de las normas y derechos que regula los centros y por parte también de los profesores de la normativa que regula cada su forma de actuar en casos asi, como tambien el derecho de la propia menor para saber como comportarse.
Nuestro papel como educador, giraria en torno a orientar tanto a unos como a otros acerca de sus derechos y deberes, regulados por la normativa viegente.
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Puesto que la desadaptación solo se puede dar en personas y no en instituciones, en este caso no podríamos acusar al instituto de desadaptación. En cualquier caso, podriamos decir que el proceso ha seguido su propio sistema de valores y no las reglas marcadas por el instituto o incluso por el ministerio del interior que dice que es permitido llevar prendas en la cabeza siempre y cuando el rostro sea reconocible.
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